Acciones de fe correspondientes

 

La importancia de las acciones de fe

¿Por qué son tan importantes las acciones de fe? Porque son acciones que corresponden a algo que Dios nos habla, al movernos en la dirección correcta nos preparamos para una cosecha que ha de venir por Su gracia con una respuesta milagrosa, sobrenatural sin límites.

Cuando hacemos las cosas a nuestra manera le estamos dando lugar a una obra de la carne, la cosecha no será del Espíritu sino de la carne, solo se obtienen los resultados del Espíritu cuando nos movemos en las obras de la fe activando a través de ellas lo Divino.

En las Escrituras vemos que Isaac es resultado de las obras del Espíritu e Ismael es resultado de las obras de la carne, debido a que Abraham decidió tomar otro camino el cual Dios no le había mandado. Cuando él actuó en fe sobre lo que Dios le había prometido operó sobre la creencia y Dios se movió sobre ello. Tanto Abraham como Sara se conectaron con la fe para experimentar la gracia, debido a que eran ya muy avanzados de edad y era necesaria una intervención Divina para que viniera el hijo de la promesa, así fue que se manifestó la bendición de Dios.

Todo lo que recibimos del Señor, lo recibimos con la proyección del sueño de Dios y si nos encaminamos por esa dirección actuando con fe accedemos a la gracia. Hay que cerrar el oído a lo extraño, a los comentarios de los hombres y abrirlos más para Dios, al Espíritu.

“Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.”
Romanos 11: 5 y 6

Hay una gran diferencia entre la gracia y las obras de la carne; la gracia la recibimos cuando nacemos de nuevo y empezamos a tener nuestro compañerismo con Dios, nuestra relación de pacto, nuestra relación de hijo y coherederos con Cristo. Cuando comenzamos a tener intimidad con el Padre es allí donde empieza a manifestarse la gracia y puede ir en crecimiento al caminar aplicando por fe todo lo que vamos recibiendo de su Palabra. Pero nosotros podemos cancelar la gracia cuando hacemos las cosas a nuestro parecer, en la fuerza de la carne, de lo natural. Si bien la gracia de Dios va más allá de donde va el pecado, cubriéndonos con su amor y levantándonos, si practicamos lo que está mal no podemos ver resultados buenos en nuestra vida y tampoco encontrarnos con nuestro destino.

Todo lo que somos y hacemos se lo debemos a la gracia divina. Cuando tenemos la gracia no solo en una comprensión para la manifestación de nuestra vida, sino también para la de los demás, mientras oramos se derraman milagros por doquier. Es importante entender que como buenos administradores de su gracia debemos transmitir lo que recibimos, no debemos limitarlo al Padre, pues Su gracia no tiene límites. Lo que vamos recibiendo lo debemos canalizar en palabras de fe, estímulo y de ánimo hacia otras personas.

 

 

Apóstol Juan Crudo

(Porción de una predica del Apóstol Juan Crudo, dada al ministerio)

 

Ver otros mensajes de fe

Usted puede recibir diariamente los devocionales del Apóstol Juan Crudo en su casilla de correo electronico. Pídalos CLICK AQUÍ