Perfectos en ÉL

 

A medida que vamos interiorizándonos en la Palabra y permitimos que sea sembrada en nuestros corazones como la buena semilla, estamos tratando de conocer más a Dios. Esto es porque permitimos que nos revele en nuestras vidas lo que somos en el Señor,  y nuestra preparación para manifestar lo de Dios en esta tierra. No venimos a la iglesia para volvernos teólogos. Usted está acá para perfeccionarse y revelar al mundo la gloria de Dios.

Mateo 7:14-27 “Cualquiera, pues que me oye estas palabras, y las hace, le comparare a un hombre prudente, que edifico su casa sobre la roca. 25  Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayo, porque estaba fundada sobre la roca. 26  Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edifico su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayo, y fue grande su ruina.”

Lo que alimenta la visión en su vida es la Palabra de Dios.  Jesús dijo que el que oía y hacía esta Palabra, lo iba a considerar un hombre prudente; vinieron lluvias pero su casa quedó firme. Usted piensa lo que Dios piensa, ve lo que Dios ve y hace lo que Dios hace.

Ahora usted se va a dar cuenta que al hacer lo que Dios le dice, toda su vida se va ir renovando, pero si comenzamos a dar demasiadas vueltas a lo que oímos y lo pasamos por el filtro de las cosas naturales, nunca llegará al plano de la acción.  Tenemos que aceptar la Palabra del Señor como que viene del cielo, porque estamos edificando una manera de pensar diferente y así también  los resultados serán diferentes. 

Dios ve algo que usted no ve

Crea en El plan de Dios para su vida porque es maravilloso.  Es bueno ir recibiendo lo que Dios trata con nuestras vidas y en todo nos vamos moviendo con el Señor.  Tenemos que saber que nuestras decisiones edifican o destruyen nuestro futuro. Si lo que oye lo deja de lado y no lo practica, su casa no permanecerá firme.  Pero si recibe la Palabra de Dios y se mueve en eso con fe, de los resultados se encargará Dios.  ¡Usted caminara de victoria en victoria! Dios puede usar a alguien con un corazón correcto, que no quiere decir que sea perfecto, sino alguien que con humildad recibe la Palabra y está dispuesto a ponerla por obra para completar el destino divino.
 Dios no está mirando las cosas aparentes sino que Él lo ve a usted según su potencial en Cristo.  Por eso es bueno que Cristo le vaya revelando ese potencial para que lo desarrolle al máximo.  En todo, en vez de estar mirando apariencias y debilidades, mire lo que Dios mira.  En Cristo todo lo puede, todo lo alcanza y nada es imposible, por eso debe empezar a mirar como Dios mira. 

Declare: ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!

Cuando observamos la Palabra de Dios, vemos cómo Dios hizo para usar a personas, de qué manera los llamó, los usó, los impulsó hacia algo mayor.

Eran hombres que aparentemente uno no les daba demasiado crédito para asegurar un éxito completo, pero recuerde Dios ve algo que los hombres no ven.  Los que se quedan sólo en lo externo y en las debilidades, no van a poder vivir la vida que Dios tiene para que vivan. Todo lo que viva debe hacerlo al máximo y a pleno, y hay que comenzar a levantarse con pasión para el Señor.  Dice la Palabra que a una le vino lo mismo que a la  otra, pero una casa quedó firme y la otra no.  Así que es usted el que tiene que tomar la decisión de qué va a hacer con la Palabra que recibe.  Usted es una persona elegida para alcanzar su destino de gloria.

Declare: “¡No le voy a dar lugar en mi manera de pensar a ninguna cosa negativa!”

 

 

 

Apóstol Juan Crudo

(Porción de una predica del Apóstol Juan Crudo, dada en el ministerio Cristo la Solución)

 

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