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No hay opción para el fracaso

 

Cuando usted oye la Palabra y la practica, Usted y la Palabra se vuelven una misma cosa.
Habitamos en un mundo que vive demasiado de las apariencias y el Señor quiere cambiar las cosas de su interior  y no las apariencias.  El mundo presente se puede cambiar por medio de su vida interior. Así va a edificar un destino de bendición.  Es muy bueno que recibamos lo que Dios nos enseña y que lo abracemos con el corazón.

Pedro comenzó a liderar la iglesia primitiva con mucha autoridad y bendición, pero ahí no comenzó su historia sino cuando se encontró con Jesús en el mar de Galilea.  Jesús le dijo: “Tú eres Simón pero serás llamado Pedro.” Tuvo muchos inconvenientes en el camino pero no se quedó en eso, incluso cometió errores pero  siguió adelante. Permita que Dios se le revele y se manifieste en su vida para la gloria del Señor.  No mire lo que usted puede sino enfóquese en Cristo, que Él crezca en usted.

Ahora podemos ver que este hombre no era perfecto, pero su corazón estaba abierto para que el Señor lo guiara hacia un destino de bendición. A veces, tenía reacciones fuera de control, sin embargo, el Señor le dijo: “Tú eres… Pero llegarás a ser…”  Usted también tiene que mirar otra cosa y no, la personalidad que tiene hoy, porque sino, va a verse como le dice su madre o sus amigos íntimos. Como hijos de Dios, debemos estar dispuestos a alcanzar nuestro destino, para eso recibimos la Palabra. 

No debemos hacer provisión para el fracaso  porque esto no nos ayuda para nada, porque usted sabe que está escogiendo su futuro de ser co-creador con Dios en el destino de su vida.  Jesús le dijo a Pedro cómo sería llamado, pero él tuvo que conectarse con su futuro para hacer decisiones.  Cuando usted comienza a aplicar la Palabra de Dios en su vida, comienza a controlar desde su espíritu lo que lo estaba controlando a usted.  Así será guiado por el Espíritu Santo dentro de su espíritu.  Hay gente que dice: “…No sé que me pasó, por qué tuve esa reacción...”  Pero usted tiene que saber por qué le sucedió, y tiene que saber cómo hacer las correcciones correctas con la Palabra de Dios.

Tiene un destino asegurado

Mateo 16:15-18 “El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?  Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.  Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.  Y yo también te digo, que tú eres Pedro,  y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”

 Jesús le aseguró el destino a Pedro.  Es muy importante recibir revelación de Cristo en nuestras vidas y darle lugar para que se manifieste la gloria del Señor, y entonces las puertas del infierno mismo no prevalecerán. Es muy bueno que tengamos la confianza para que alcancemos el destino de gloria que Dios tiene para nuestras vidas. Si usted mira a Pedro, se dará cuenta que era una persona que hacía cosas que estaban fuera de lugar, sin embargo, Dios vio su corazón.  Dios le dio autoridad a Pedro, le dio las llaves.
Confiese: “¡Dios me ha dado autoridad!”

 El Señor Jesús comenzó a edificar la iglesia con Pedro como líder.  Pero Pedro fue el que se enfocó para eso, aunque en el camino le falló a Jesús y hasta lo traicionó, aún así, el Señor miró su corazón.  Dios lo usó después de haber recibido la investidura del cielo para lograr eso.  La decisión de Pedro lo encaminó, y lo mismo tiene que suceder en usted.  Jesús creyó en Pedro y también creyó en usted.  Como creyó en Pedro, cree en usted.  Algunos pueden tener cosas fuera de control, pero el Señor cree en usted.  No es que usted es un perfeccionista sino que sabe quién es y sabe que el que está en usted es mayor que el que está en el mundo, también sabe que está ungido con el poder del Espíritu Santo para ser libre.
Tiene que comenzar a creer que la obra que Dios ha comenzado en su vida tiene una proyección.  “Cuando yo le digo que Jesús creyó en Pedro, le digo que también creyó en usted.”  “Pídale que Dios le dé revelación de eso porque no se lo estoy diciendo para que se vaya de acá un poco más contento de cómo vino.”  Lo peor que nos puede pasar, es que a pesar de que Dios confía en nosotros, no le creamos. En su interior debe tener revelación de Cristo y de las oportunidades que Él tiene para su vida.
Declare: “¡Gracias Dios porque me puedes usar a pesar de que no soy perfecto!” “¡Yo quiero ser una bendición!”

No le de lugar a lo negativo
 Pedro tenía un destino increíble con Dios, pero… ¿Cómo podía verlo?  Mirándose a sí mismo como lo veía Cristo.  Dios es el generador de todos los planes y en Él, usted tiene la oportunidad de desarrollarse a pleno.  En todo, usted va a extender el reino de Dios. Esto es lo que Dios quiere para que los años que vienen sean de conquista y bendición.  Todo lo que estamos construyendo en Dios es para alcanzar un destino de victoria. Véase como Dios lo ve: “Fuerte y confiado”.  No le dé lugar y ciérrele la puerta a la negatividad.  No le dé lugar a los pensamientos e influencias negativas. Muchas de las limitaciones en cosas que teníamos que realizar, fue por darle lugar a la opinión de la gente.  El profeta le dijo a la viuda que se  encerrara y derramara el aceite, y que así vendría el milagro, hasta pagar la deuda y aún le iba a sobrar.  Cuando le dijo: “Enciérrate” le estaba diciendo que cerrara la puerta a la opinión de la gente.  David tenía una promesa y llamado para ser rey sobre Israel, pero en el camino para llegar a eso, tuvo muchas circunstancias que vencer.  En un momento hasta tuvo un encuentro con el gigante.  Cuando le llevó la comida, preguntó también, qué recompensa tendría; y se puso en la lista para vencerlo.  Todo un ejército le tuvo miedo y pensaban cómo siendo tan joven, podría ser parte del ejército.  David lo enfrentó. Usted no se puede quedar toda la vida pensando si  enfrenta o no al gigante.  La primera opinión que David escuchó fue la del hermano mayor que  le preguntaba qué estaba haciendo él allí, porque él conocía  que tenía  un mal corazón.  Si usted tiene que alcanzar cosas y escucha la opinión negativa de su hermano mayor, que tiene importancia en su familia,  puede perjudicar su destino.  Si le da lugar a la opinión del hermano,  no alcanzará la bendición.  Luego vino la opinión del rey, y tuvo que superar eso.  No tiene que mirar lo que dice su familia, lo que dice el mundo, sino renueve su pensamiento con la Palabra de Dios y permita que la mente de Cristo se renueve en usted para alcanzar victoria.
Confiese: “¡Le cierro la puerta a las opiniones negativas!”

 Otra opinión fue la del gigante, quien no le dijo palabras suaves, sino de amenazas, maldiciones.  Era la primera vez que Él tenía que encontrarse con alguien así.  Hay veces,  que hace ruido en su vida hasta la voz del médico le ha dicho que queda poco tiempo… David lo enfrentó y dijo: “¿Quién es este incircunciso que no tiene pacto con Dios?”  David, le dijo: “Yo vengo en nombre de Jehová de los ejércitos”  Hay tantos cristianos que se quedan trabados por la opinión de la gente pero tiene que saber que ahora ninguna fuerza del infierno puede vencerlo.

Declare: “¡Padre acepto la idea divina y me miro a mi mismo con la mirada de Dios!”¡“A través de mi vida el Señor manifestará cosas poderosas sobre esta tierra para su gloria. ¡Amén!

 

 

 

 

 

Apóstol Juan Crudo

(Porción de una predica del Apóstol Juan Crudo, dada en el ministerio Cristo la Solución)

 

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