Sepa adónde está yendo

 

¿Cuál es su sueño hoy?  ¿Se ha vuelto borroso?  ¿Han afectado su sueño las circunstancias, lo que la gente dice, lo que los medios dicen, o lo que la economía dice?  ¿Ha usted llevado el sueño por alrededor de seis meses sólo para decidir que nunca llegará a suceder y luego abortarlo?  ¿O está ese sueño todavía en algún lugar bien profundo dentro suyo?  Si es así, entonces es tiempo de cultivarlo.  Es tiempo de crear una atmósfera correcta en su vida para que su sueño se vuelva realidad. 

Es importante que usted sepa que antes que pueda cambiar su situación presente, tiene que mirar hacia delante, hacia donde usted quiere estar.  No puede enfocar toda su atención en sus circunstancias presentes.  En otras palabras, necesita saber adónde está yendo para poder establecer sus metas para llegar allí.

“… Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.” (Hab. 2:2)
Escriba la visión.  Yo no creo que Dios puso eso en la Biblia para que nosotros no le prestemos atención.  La única manera de saber dónde usted está yendo es mantener la visión delante suyo.

En cualquier momento que el adversario diga que nunca ocurrirá, usted cancelarlo y decirle: “¡Escrito está!”  Si usted está en un rol de liderazgo, entonces cualquiera que esté comprometido con lo que usted está haciendo necesita conocer la visión.  Esto va para la cabeza de la familia también.  Todos en esa casa necesitan conocer la visión.  Usted necesita explicárselas.  “Por esto le estamos creyendo a Dios.”

Si usted no sabe adónde se está dirigiendo, entonces probablemente terminará en alguna otra parte.  Hebreos 11 dice que Dios es un Arquitecto y Constructor.  Los arquitectos y constructores tienen planes.  Noé tenía un plan para el Arca.  Moisés tenía un plan para el tabernáculo.  Salomón tenía un plan para el templo.  Y Dios tiene un plan para su vida.

Cada vez que usted lee la visión que Dios ha puesto en su corazón, lo capacita para correr con ella.  Lo mantiene enfocado.  Lo motiva.  Lo impulsa hacia delante.  ¿Qué le ha mandado Dios a hacer?  ¿Qué lo provoca a usted a estar motivado, a anhelar elevarse día tras día?  ¿Qué es lo que pone una danza en su caminar y una sonrisa en su rostro?  Si no ha tenido nada como eso durante años, entonces es tiempo de apartarse con Dios.  Usted tiene que encerrarse a veces, encontrar un lugar en su casa que produzca la mayor paz en su vida y permitir que ese lugar se vuelva su lugar de oración.  Encuentre un lugar en su casa donde haya tranquilidad, y haga de ese “su escondite”.

La tranquilidad lo mantendrá creativo.  En otras palabras, usted oirá el plan de Dios.  Así como Noé, Moisés, y Salomón, usted tendrá un plan.

Una vez que lo reciba, luego escríbalo y corra con ello.  Nunca abandone hasta que se vuelva una realidad.

 

 

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