Padre, como sacerdote y cabeza de este hogar, declaro y decreto: “Mi casa y yo serviremos a Jehová.”
Te alabo a Ti, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque Tú nos has bendecido en los lugares celestiales con toda bendición en Cristo. Te reverenciamos y adoramos en espíritu y verdad.
Señor, reconocemos y damos la bienvenida a la presencia de Tu Santo Espíritu acá en nuestro hogar. Te agradecemos, Padre, que Tu Hijo, Jesús, está acá con nosotros porque nosotros estamos reunidos en Su nombre.
Señor Dios, Tu divino poder nos ha dado todo lo que necesitamos para la vida y la piedad por medio de nuestro conocimiento de Ti que nos has llamado por Tu propia gloria y bondad.
Como líder espiritual de este hogar, declaro en la autoridad de Tu Palabra que mi familia será poderosa sobre la tierra; esta generación de justos será bendita.
Padre, Tú te deleitas en la prosperidad de Tu pueblo; y te agradezco que bienes y riquezas están en nuestra casa y que nuestra justicia permanece para siempre.
En el nombre de Jesús, amén.
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