Quebrando obstáculos...
Oración: "Quebrando obstáculos para la sanidad"

Padre, en el nombre de Jesús, confieso Tu Palabra en relación a la sanidad.  Al hacerlo, creo y digo que Tu Palabra no regresará vacía, sino que hará lo que dice que hará.  Por lo tanto, creo en el nombre de Jesús, que soy sanado de acuerdo con 1ª Pedro 2:24.  Está escrito en Tu Palabra que Jesús mismo llevó nuestras enfermedades y soportó nuestras dolencias.

Por lo tanto, con gran audacia y confianza digo en la autoridad de esa Palabra escrita que soy redimido de la maldición de la enfermedad, y rechazo tolerar sus síntomas.

Ahora, Padre, debido a que hago reverencia y te adoro, tengo la seguridad de Tu Palabra que el ángel del Señor acampa a mi alrededor y me libera de toda obra maligna.  Ningún mal caerá sobre mí; ninguna plaga ni calamidad vendrá cerca de mi morada.  Confieso que la Palabra de Dios mora en mi y me da perfecta salud mental, física e espiritual desde las partes más profundas de mi naturaleza, desde mi espíritu inmortal aún hasta los tuétanos y las coyunturas de mis huesos.  Esa palabra es medicina y vida a mi carne, porque la ley del Espíritu de vida opera en mi y me hace libre de la ley del pecado y de la muerte.

Tengo puesta toda la armadura de Dios, y el escudo de la fe me protege de todos los dardos de fuego del maligno.  Jesús es el Sumo sacerdote de mi confesión, y me mantengo firme en mi confesión de fe en Tu Palabra.  Me paro inmóvil y fijo en la completa seguridad de que tengo salud y sanidad ahora en el nombre de Jesús.

Una vez hecha esta oración, agradezca al Padre que Satanás está atado, y continúe confesando esta sanidad y agradezca a Dios por ella:

Padre, te agradezco que no tengo necesidad de preocuparme por laenfermedad, porque llamo a los ancianos de la iglesia y les pido que oren por mi, que me unjan con aceite en el nombre del Señor.  Te agradezco que la oración de fe salvará al enfermo y Tu Señor lo levantarás.  Padre, sé que el pecado es un obstáculo para mi sanidad.  Por lo tanto, si hay algún pecado en mi vida me arrepiento.  Confieso mis pecados a mis hermanos y hermanas de confianza en Cristo y oro de acuerdo con ellos de modo que seré sanado.  En el nombre de Jesús, amén.

(Santiago 5:15-16)                         

Padre, recibo mi sanidad por fe.  Si fallo en ejercitar mi fe, limito Tu poder en mi vida.  No permito que la incredulidad me robe la sanidad que Jesús compró por mi.  Te agradezco por ayudarme en mi incredulidad. (Marcos 6:5-6)
Padre, te agradezco que tengo un corazón alegre, feliz y positivamente gozoso, el cual envía su poder sanador para toda fibra de mi ser.  Soy fuerte en el espíritu y mi espíritu me sostiene cuando la enfermedad batalla contra mi cuerpo. (Prov. 17:22, 18:14)         

 

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